A menudo nos acostumbramos a nuestro negocio o proyecto y su metodología. Pero siempre hay capacidad de mejora. Por eso os invitamos a mirar con ojos de turista y descubrir de nuevo la esencia de vuestro servicio. Una gran forma de mejorar.
Cuando realizamos un viaje fuera de nuestras fronteras, nuestro cerebro activa un comportamiento que se conoce popularmente como ojos de turista. Todos nos sorprende y nos maravilla, desde un supermercado a la disposición de un jardín. Cosas que en nuestra ciudad nos pasan desapercibidas y por tanto no podemos operar sobre ellas, pero ¿qué tiene esto que ver con el marketing? Te lo explicamos.
Mirar hacia lo que no vemos
Los ojos de turista consiguen que nos fijemos en comportamientos, objetos o situaciones en las que no reparamos en el día a día. El hecho de acudir a otro lugar con los ojos abiertos hace que recabemos una información preciosa y que día a día se escapa en nuestro entorno. Esto nos pasa igual en nuestros proyectos o negocios.
Estamos acostumbrados a nuestra metodología y nos hemos repetido demasiadas veces que es el camino al éxito. Sin embargo, ponerse en la piel de una persona que no haya oído hablar de nosotros jamás, puede ser un ejercicio perfecto para mejorar.
Olvida todo lo que sabes acerca de tu proyecto
Da igual que lleves funcionando cinco años o acabes de empezar. Mirar con ojos de turista es un ejercicio muy positivo para evaluar si tu producto o servicio cumple las expectativas ¿Tu marca describe tu sector o lo que ofreces de un vistazo? ¿Aquello que quieres vender o promocionar está llegando correctamente a los potenciales usuarios? ¿Encuentran lo que quieren en tu web o tienda? ¿Cómo es el trato? ¿Te quejarías de la atención? ¿Qué marca la diferencia? ¿En qué eres mejor y peor respecto a la competencia?
Estas son solo algunas preguntas de las muchas que te puedes hacer. La clave está en simular los pensamientos de uno de tus potenciales clientes. Si logramos definir el trayecto desde la necesidad de la compra hasta su finalización, podremos hacernos con algunas ideas nuevas.
No, no lo haces tan bien
Los empresarios y emprendedores cometemos a menudo el error de creernos infalibles. Nada más lejos. Por muy buena que sea tu idea, por mucho prestigio que hayas logrado en tu ciudad o a nivel nacional, la humildad es algo que jamás se debe perder.
Día a día el mundo cambia. También los clientes, la tecnología, las técnicas de venta y un largo etcétera. Mantenerse activo y abierto al cambio es fundamental.
En Simple Marketing entendemos que no siempre se tiene el tiempo suficiente para reflexionar sobre nuestros proyectos. Por eso te ofrecemos un servicio de mantenimiento publicitario para ayudarte. Puedes consultarlo aquí.