Seguro que navegando por tu red social favorita te encuentras de manera habitual con contenido de perfiles a los que no sigues y, por lo general, de corte comercial. Se trata, como tal vez sepas, de los anuncios de pago en canales sociales, también conocidos como Ads, que aprovechan las bondades del Big Data para mostrarte productos o servicios que pueden ser de tu interés.
Los Ads son una de las armas más habituales para llegar a nuestro público objetivo cuando queremos promocionarnos a través de internet. En este artículo pretendo explicarte de una manera sencilla cómo funcionan y por qué deberías tenerlos en cuenta en tu estrategia de marketing.
¿Qué es el Big Data?
Seas o no del mundo del marketing, este concepto lo habrás escuchado o leído en multitud de ocasiones durante los últimos años. Pues bien, para que lo entiendas, el Big Data es el enorme conjunto de datos que las grandes compañías almacenan de todos nosotros. Te habrás preguntado cómo es posible que portales como Amazon o los periódicos que visitas, te pongan delante de tus narices ese teléfono móvil que te interesa comprar o cómo Google te da algunas recomendaciones para tu próximo viaje a Sevilla. La respuesta es tan contundente como la siguiente: se lo has dicho tú.
Cada vez que descargas una aplicación o compras algo en internet, aceptas una serie de condiciones por las que, entre otras cosas, cedes tus datos. De este modo, ese inocente juego gratuito que te bajas o la red social que utilizas, no están programadas por almas desinteresadas que se pasan años trabajando en ellas. O tienen compras asociadas, o van a usar tus datos …o ambas cosas.
¿Para qué quieren mis datos las empresas?
Por una cuestión de segmentación. Cuanto más información se tenga de una persona, más fácil será venderle algo. Por ejemplo, si yo quiero vender una camiseta de Marvel, será más sencillo hacerlo a un fan, que no al señor Paco que se pasa las tardes jugando al tute con sus amigos. Del mismo modo que el éxito será mayor, si doy la matraca a alguien que ya ha visitado mi web y veo que le interesa lo que vendo.
Y ahí es donde radica la fuerza de los Ads. Anunciarse en redes sociales, una vez que conocemos quién es nuestro cliente, pone en la diana a ese perfil ideal al que queremos acercarnos. Es decir, que si analizando los resultados anuales de nuestra empresa vemos que hemos vendido las camisetas principalmente a mujeres y hombres de entre 18 y 25 años de la provincia de Teruel, que además suelen ir al cine y compran comics y que en los meses de verano es cuando más consumen, podremos mostrar nuestros anuncio solo a ese tipo de persona. No se trata de que nos garantice ventas, pero sí que toquemos a nuestro cliente ideal y, por tanto, estar más cerca del éxito.
¿Son efectivos los anuncios en redes sociales?
Por supuesto que tienen efectividad, ahora bien, no siempre son la mejor elección y no nos garantizan ventas. Ten en cuenta que cuando entramos en una red social, lo hacemos como parte de nuestro ocio. Por ejemplo, cuando estamos tirados en el sofá, esperando al autobús o en un descanso del trabajo. Sea como sea esa situación, es evidente que no vamos predispuestos a una compra, algo que si ocurre al acceder a un buscador.
Cuando entramos en Google y ponemos “restaurantes en Bilbao”, evidentemente tenemos un interés en encontrar ese tipo de negocio por una necesidad, y, por tanto, será más fácil que acabemos reservando una mesa. Esto no ocurre en redes sociales y hay que tenerlo muy presente. Sí, vamos a llegar al cliente potencial, pero ese cliente no está activo, comercialmente hablando, en ese momento. Si logramos llamar su atención, es probable que nos haga caso, pero la conversión no será tan sencilla, porque en ese momento no está predispuesto a comprar nada.
La importancia de ser pesados
El éxito en los Ads pasa por la constancia. Invertir de manera puntual, salvo que estemos moviendo un evento o una acción muy concreta, solo nos servirá para tirar el dinero. Tenemos que perseguir al cliente de manera continua, para asegurarnos que nuestra marca permanece en su mente como una opcío. El éxito suele ser mayor cuando estamos presentes en otros medios y el usuario acaba reconociendo nuestra marca.
Una de las técnicas que potencian esta acción es el remarketing. Este concepto pretende perseguir a usuario que ha mostrado interés por nuestro negocio. Es la estrategia que comentábamos al principio, que permite mostrar un determinado a nuncio a los visitantes de nuestra web o perfil social que hayan hecho una acción concreta. Por ejemplo, podemos tan solo recordarles que es en nuestro negocio donde vieron ese producto, ofrecer un descuento a aquellos que abandonaron la web antes de hacer el pago o mostrarles alternativas. Las opciones son muy variadas y, cuando logramos que uno de ellos vuelva a visitarnos, las posibilidades de venta, ahora sí, se multiplican. Ten presente que una persona no suele comprar la primera vez que visita a una web. Y aunque la constancia es vital en el marketing, en este tipo de publicidad lo es todavía más.
