El marketing social, aunque suene novedoso, lleva en el mundo desde muchos siglos atrás. La empatía con el cliente y el trato cercano pueden generar más ventas que la mejor de las campañas. Tan solo mira a tu alrededor y descubre un nuevo (viejo) mundo de posibilidades.
Cuando hablamos de marketing brotan de la nada expertos con atuendos modernos que nos hablan en términos complejos y desconocidos para el público medio. Además, en numerosas ocasiones, muchos de nosotros no hemos bajado al barro a lidiar con la realidad empresarial del momento. Sin embargo, hay un núcleo social que jamás a tocado un libro de marketing y que sin embargo lleva décadas desarrollando elaboradísimas estrategias publicitarias sin saberlo.
Las pequeñas empresas, sí, esos negocios de barrio a los que solemos acudir cada semana son verdaderos expertos en los que fijarse. Entre páginas webs, tips o tendencias emergen numerosos profesionales que aún siguen siendo autónomos y no freelances. Ellos son los grandes abanderados del marketing social.
¿Qué es el marketing social?
Este concepto hace referencia a todas esas atenciones alejadas de nuestro producto que se invierten en el cliente. Cada vez que un tendero dedica diez minutos en escuchar a una señora el relato de los problemas con su hijo, no está tirando el tiempo. Podemos creer que es puro cotilleo de barrio y sin embargo lo que realmente ocurre es que ese señor sabe perfectamente que, si vende confianza, obtendrá fidelidad. El supermercado de al lado podrá tener precios mucho más bajos y productos infinitamente más exóticos, pero el público afianzado jamás abandonará su tienda favorita. Y lo que es mejor, acabará acercando a su propio núcleo social.
Errores comunes del marketing social
Si nos fijamos en nuestro entorno, veremos multitud de empresas que se vanaglorian de sus productos o servicios. “La mejor calidad”, “los mejores del mercado”, “el referente del sector”, “los más económicos” y así un largo etcétera. La realidad es que estamos tan saturados y aleccionados, que esas palabras ya no significan nada para nosotros. Lo que buscamos, ya sea en una gran superficie o en un entorno más íntimo es la empatía. Pero ojo, ser empático no es lo mismo que ser empalagoso o pesado. Si vamos a una librería, esperamos que el librero se un lector habitual y le guste la literatura. De nada vale vender el amor a los libros, si quien nos atiende jamás dedica tiempo a una buena novela.
El marketing social y el marketing digital
Que nuestro negocio o proyecto tenga una parte o toda en internet, no es excusa para no utilizar el marketing social. Hoy en día las redes sociales son nuestro mostrador en la red. Podemos del mismo modo que en la carnicería de la esquina, interactuar con nuestros clientes.
¡Se acabaron las promesas imposibles! En internet podemos comparar millones de tiendas, de modo que no digas que eres la mejor, la única o la más económica. Diferénciate por el juicio de tus usuarios gracias a tu trato o la calidad de los servicios. Es hora de dar el salto y tratar a tus clientes como te gustaría que te trataran a ti.
En Simple Marketing te prestamos la ayuda que necesites para generar más cercanía con tus clientes. Tenemos soluciones para llevar tus redes sociales y que tú no te preocupes de nada.